Barquillos
Barquillos en Madrid.
Barquillero vendiendo barquillos en Madrid.
Ruleta de barquillero.
Ruleta de barquillero en la parte superior de la barquillera.

El barquillo es un dulce que se puede encontrar comúnmente en España, Latinoamérica y el Sudeste asiático. Consiste en una lámina delgada de pasta sin levadura hecha con harina, agua y azúcar o miel.[1]

A veces llevan otros ingredientes como clara de huevo, mantequilla, aceite, canela, coco rallado, piel o esencia de limón o vainilla. Pueden estar parcialmente o totalmente cubiertos de chocolate. También pueden estar rellenos de nata, dulce de leche, crema o chocolate. Además, pueden estar espolvoreados con virutas de chocolate, azúcar glas o canela.

En Madrid, los barquillos son típicos de las Fiestas de San Isidro Labrador junto con las rosquillas.

Formas y elaboración

Pueden tener forma plana, tubular, de barqueta, de cono o doblados en forma de abanico.

En todas sus formas, los barquillos pueden presentar un relieve impreso en forma de rejilla o ser lisos.

Para obtener las distintas formas del barquillo se pueden alterar las proporciones del azúcar y el agua. Generalmente hablando, a más cantidad de agua, mayor delgadez, y a mayor cantidad de azúcar, mayor flexibilidad durante su elaboración.

Los barquillos cilíndricos artesanales se fabrican presionando la masa enrollada alrededor de un palo de madera contra la plancha.

Nombres y variantes

El nombre de «barquillo» podría venir de su forma original, acanalados por el molde convexo usado en su fabricación.

«Barquillero» designa al vendedor callejero de barquillos y a la plancha o molde usado para fabricarlos; "barquillera" designa a las vendedoras de barquillos de género femenino y a la gran lata que portan.

Dulces idénticos o muy similares al barquillo existen en otros países. Entre otros:

Estatua a Pepe Cortés el barquillero en Ponferrada.
Estatua a Pepe Cortés el barquillero en Ponferrada.

Historia

Las obleas tienen una larga historia. A comienzos del cristianismo se utilizaban obleas finas como pan para la eucaristía. Eran elaboradas en los monasterios y abadías. Probablemente, su evolución a dulce gastronómico se deba al refinamiento de los religiosos. Con el tiempo surgió la figura del especialista barquillero, que confeccionaba la pasta y daba forma al barquillo.[3]

Según la documentación existente se cree que el barquillo empezó a fabricarse alrededor del siglo IX. En un primer momento se vendía a la puerta de las iglesias, haciéndose allí mismo en hornos portátiles de carbón.

En la Edad Media, los barquillos estaban muy extendidos y formaban parte de la dieta de la nobleza. También se vendían por la calle.[cita requerida]

Los primeros utensilios para fabricar barquillos que se conservan datan de 1440. Se cree que estos instrumentos pudieron pertenecer a Juan II de Navarra y Aragón, ya que llevan grabados los escudos heráldicos de la casa real de Aragón.

Durante la época imperial, se introdujo en la América hispana y Filipinas. Hoy en día, es muy popular en España, en Hispanoamérica y en el sudeste asiático.

En la actualidad, es un dulce que se suele ofrecer tradicionalmente por barquilleros en las calles de Madrid, así como en algunos municipios de la provincia de Ciudad Real.[4]

Galería

Véase también

Referencias

  1. «barquillo». RAE. 
  2. «Oblea». Consultado el 21 de julio de 2017. 
  3. «Historia del barquillo». Archivado desde el original el 22 de octubre de 2008. Consultado el 22 de diciembre de 2008. 
  4. Sordo, Enrique (1980). Argos Vergara, ed. Cómo conocer la cocina española. Barcelona. pp. 91 - 95. ISBN 84-7017-907-1.