Este artículo o sección necesita referencias que aparezcan en una publicación acreditada.Este aviso fue puesto el 23 de noviembre de 2015.
La clara de huevo es todo aquello en el huevo que no es de color amarillo/naranja.

La clara de huevo es el nombre común que hace referencia al líquido semitransparente que contienen los huevos. Se caracteriza por su alto contenido en proteínas del huevo, se le conoce en latín: albūmen «clara de huevo».

Características

Contrariamente a lo que se suele pensar, la clara no es el citoplasma del óvulo.[1]​ El citoplasma es la yema, relleno casi exclusivamente de vitelo y con el núcleo restringido a una pequeña región excéntrica.
La clara del huevo, está compuesta por agua y proteínas (fundamentalmente ovoalbúmina) secretadas por el epitelio del oviducto durante el paso del óvulo por él. En concreto, se estima que las secreciones se componen principalmente de un 15% de proteínas disueltas en agua. Su función natural primaria es la de proteger la yema de huevo y proveer nutrientes adicionales para el crecimiento del embrión, debido a sus altos valores nutricionales. En este sentido, si se compara el proceso de gestación y desarrollo de un embrión humano con el de un embrión gallináceo, la clara del huevo viene e cumplir una función casi idéntica a la del líquido amniótico en el proceso de gestación humana. A diferencia de la yema del huevo, no aporta grasa ni colesterol. La clara de huevo posee muchos usos para los humanos, especialmente alimentarios.

Clara de huevo como alimento

La clara, según las especies, aporta hasta las dos terceras partes del peso total del huevo.
Su composición es 85-90 % de agua y el resto es proteína, con trazas de minerales, materias grasas, vitaminas y glucosa.

Por cada 60 gramos (huevo de gallina mediano) Proteínas
Lípidos Agua
Clara . 10,2 gramos . . 0,12 gramos . . 58,2 gramos .
Yema 6,3 19,5 28,8

Las proteínas incluidas en la clara del huevo son:

La clara de huevo es una mezcla homogénea coloidal (con tamaños de soluto entre 1 y 100 nanómetros (nm)). En virtud de ser un coloide, presenta un fenómeno muy particular de dispersión de la luz, llamado efecto Tyndall.

A los 65-75 °C la proteínas se coagulan y se torna de color blanco, ese proceso se denomina desnaturalización (bioquímica) .

Uso culinario

La clara de huevo forma la base de algunas preparaciones culinarias básicas, debido en parte a la capacidad de coagulación. La ovomucina de la clara es el ingrediente que mayores propiedades culinarias tiene debido a que es la responsable de cuajar el huevo.

Al batirse tiene tendencia a atrapar burbujas de aire y formar una especie de espuma, por lo que si se bate mucho puede aumentar de volumen y tomar una consistencia semisólida. Es lo que se conoce en cocina como punto de nieve. No obstante, si se deja mucho rato puede deshacerse. Cuando la misma se bate con azúcar o edulcorante se le conoce como merengue y se emplea en la decoración de pasteles o bien en la elaboración de suspiros. Por su parte, al mezclar las claras batidas con ingredientes salados como queso, verduras trituradas, salsa bechamel, carnes, etc.; pasa a ser una soufflé.

Véase también

Referencias

  1. Marfany, Gemma; Soley, Maria (31 de julio de 2015). ¿Por qué envejecemos? (eBook). Edicions Universitat Barcelona. ISBN 9788447539239. Consultado el 7 de diciembre de 2017. 
  2. Burley, R. W. & Vadehra, D. V. The Avian Egg: Chemistry and Biology, 1989.