Espacios abiertos
e islas del Mar Menor
Categoría UICN V (paisajes terrestres/marinos protegidos)

Vista de las islas Perdiguera y Mayor.
Situación
País España
Comunidad Región de Murcia
Comarca Campo de Cartagena
Ecorregión Mar Menor
Ciudad cercana Los Alcázares La Unión
Datos generales
Administración Gobierno de Murcia
Fecha de creación 1992
Legislación Orden de 29 de diciembre de 1998.[1]
N.º de localidades 3
Superficie 1307,36066 hectáreas
Situación de los enclaves dentro de la Región de Murcia (verde oscuro).
Situación de los enclaves dentro de la Región de Murcia (verde oscuro).

Los espacios abiertos e islas del Mar Menor son una serie de parajes protegidos situados en el Mar Menor en la Región de Murcia y pertenecientes a la Red Natura 2000 con un nivel de protección de y Lugar de importancia comunitaria (LIC).[2]​ Se extienden por tres municipios ribereños de este mar: Cartagena (1038,5 ha), San Javier (119,6 ha) y Los Alcázares (28 ha).

Mapa

Estos espacios protegidos incluyen cinco islas de origen volcánico:

Junto a estas islas, se incluyen en el litoral del Mar Menor, y dentro del municipio de Cartagena:

Además, en el municipio de Los Alcázares está protegida:

En julio de 2020 la ley de recuperación y protección del Mar Menor ha ampliado el espacio protegido con la inclusión de siete nuevos humedales en el entorno de la laguna:[3][4]

En este espacio se pretenden proteger los ambientes propios de esta laguna, fundamental para especies como el fartet.[5]​ También los procesos implicados en la formación y origen de estas zonas, ya que presentan gran interés ecológico y naturalístico.

Humedal Saladar de Punta de Las Lomas

Este humedal presenta las siguientes formaciones:

Las plantas halófitas han conseguido adaptarse a vivir sobre estos suelos enfrentándose al exceso de sal con diversas estrategias, tales como excretarla por diferentes glándulas, diluirla en tejidos cargados de agua o, incluso, concentrarla en determinadas hojas que luego dejan morir.De estas especies de almarjos, sosas y salicores mencionados antes y que crecían en los terrenos salitrosos como El Almarjal, se extraía un materia prima, la piedra barrilla.

Todas estas plantas halófitas, denominadas barrilleras, concentran en sus hojas una gran acumulación de sales de sodio, compuesto químico que era utilizado como materia prima para la elaboración de cristales y espejos, así como de jabones. De hecho, el nombre de sodio fue tomado directamente, cuando este elemento fue descubierto, de uno de los vegetales de los que se extraía la sosa cáustica: la denominada 'soda'. El carbonato de sodio era extraído de estas plantas barrilleras por medio de su calcinación en hornos excavados en la tierra. Las cenizas resultantes se comercializaban en forma de piedras denominadas barrillas. La mayoría de los espejos y cristales elaborados en Europa hasta principios del siglo XIX utilizaban la piedra barrilla procedente de los puertos de Cartagena y Alicante.

En la avifauna nos podemos encontrar al chorlitejo patinegro, gaviota de Audouin, correlimos común y tarabilla común.

Véase también

Referencias