Una franquicia postal consiste en la exención del coste del envío de cartas, tarjetas postales a determinadas administraciones o particulares.[1] Cuando la exención se realiza a militares se habla de franquicia militar.
Nominales: Suelen tener forma de sello y sólo pueden ser utilizadas por el titular; aunque, en tiempo de guerra, puede concederse este derecho a todos los miembros del ejército y, en este caso, suelen tener la forma de sobres especiales en los que figura la unidad a la que pertenece el remitente. En tiempos de paz sólo suele concederse a los carteros honorarios.
No nominales: Suelen tener la misma forma que un sello de correos y, con frecuencia, son conmemorativas.
Cuando tienen forma de sello de correos, los filatélicos suelen incluirlas en sus colecciones, pero, cuando tienen forma de sello o sobre, no hay consenso sobre si son objetos filatélicos o no.