Las aves
Ὄρνιθες

Jinete y aves (cílica laconia; ca. 540 a. C.)
Autor Aristófanes
Año 414 a. C.
Género Comedia antigua
Ambientada en Cloud cuckoo land
Publicación
Ubicación Una colina en la naturaleza, fuera del nido de la Abubilla
Idioma Griego antiguo
Puesta en escena
Fecha de estreno 414 a. C.
Personajes

El Dramatis Personae en la comedia antigua depende de la interpretación de evidencia textual.[1]​ Esta lista está desarrollada a partir de la traducción de Luis M. Macía Aparicio.[2]

  • Evélpides ciudadano de Atenas
  • Pistetero ciudadano de Atenas
  • Criado de la Abubilla
  • Abubilla anteriormente Tereo, un príncipe ateniense
  • Sacerdote (enmascarado como un pájaro)
  • Poeta
  • Recitador de Oráculos
  • Metón geómetra
  • Inspector
  • Vendedor de Decretos
  • Mensajeros (1.º, 2.º y 3.º, pájaros)
  • Iris hija de Zeus
  • Heraldo
  • Parricida
  • Cinesias poeta ditirámbico
  • Sicofanta
  • Prometeo titán y amigo de la Humanidad
  • Posidón dios del mar
  • Dios Tríbalo
  • Heracles protector divino de la Humanidad
Coro Coro de Pájaros

Las aves (griego Ὄρνιθες, Ornithes, latín Aves). Comedia griega de Aristófanes que ganó el segundo premio en las Grandes Dionisias del año 414 a. C. En el 415 la flota ateniense había partido para la expedición a Sicilia y su éxito estaba todavía por dilucidar. Ha sido celebrada por críticos modernos que la consideran una fantasía llevada a cabo a la perfección[3]​ destacable por la representación de los pájaros y la alegría de las canciones.[4]​ A diferencia de las obras tempranas del autor no se incluye mención directa a las guerras del Peloponeso y hay pocas referencias a la política ateniense, a pesar de haberse escenificado poco después del inicio de la expedición a Sicilia, una ambiciosa campaña militar que en gran medida incrementó el compromiso ateniense con el esfuerzo de guerra. A pesar de ello, la obra tiene muchas referencias indirectas a la política y la vida social de Atenas. De las obras de Aristófanes que han llegado a nuestro tiempo, Las aves es la de mayor extensión y aun así, es un ejemplo bastante convencional de la comedia antigua.

Argumento

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La obra comienza con dos hombres de mediana edad que caminan por un paraje desierto, en plena naturaleza, guiados por un grajo y una corneja. Uno de ellos declara a la audiencia que están hartos de la vida en Atenas, donde la gente no hace nada más que discutir todo el día sobre leyes, y litigar, y están buscando a Tereo, un rey que fue en el pasado metamorfoseado en abubilla, pues creen que puede ayudarles a encontrar una vida mejor en otro lugar. Justo entonces aparece un pájaro grande y temible, exigiéndoles saber en qué andan y acusándoles de ser cazadores de pájaros. Resulta ser el criado de Abubilla. Ambos le tranquilizan, y entra para llamar a su amo.

Momentos después aparece Abubilla, un pájaro no muy convincente que atribuye su falta de plumas a que es invierno, y que en esa estación a todos los pájaros se les caen las plumas. Está contento con discutir la petición de los recién llegados, y entonces uno de ellos tiene una idea brillante: las aves, dice, deberían dejar de volar como idiotas y en vez de eso, construir ellos mismos una gran ciudad en el cielo, pues esto no solo les permitirá gobernar a los hombres, sino también bloquear a los dioses olímpicos de la misma manera en que los atenienses han hecho lo mismo recientemente con la isla de Milo para someterla. A Abubilla la idea le gusta, y se muestra conforme con ayudarles a llevarlo a cabo, siempre que los dos atenienses puedan primero convencer a los otros pájaros. Entonces llama a su esposa, Ruiseñor, y le pide que comience con su música celestial. Las notas de una flauta invisible llenan el teatro y mientras tanto Abubilla proporciona la letra, llamando a todos los pájaros del mundo de sus diferentes hábitat —pájaros de los campos, de montaña y de los árboles, aves acuáticas, de las marismas y los mares—. Estos empiezan a aparecer pronto y cada uno de ellos es identificado con su nombre nada más llegar. Cuatro de ellos bailan juntos mientras que el resto forma un coro.

Al descubrir la presencia de hombres, los pájaros recién llegados vuelan alarmados y enojados, pues la Humanidad ha sido su enemigo desde siempre. Sigue una escaramuza, durante la cual los atenienses se defienden con utensilios de cocina que encuentran en el nido de Abubilla, hasta que al final esta logra persuadir al coro de que sus invitados humanos merecen ser oídos. El más listo de los dos atenienses, a quien se debe la brillante idea, pronuncia entonces un discurso formal, diciéndoles a los pájaros que ellos fueron los dioses originales y urgiéndoles a recuperar sus poderes y privilegios perdidos de los recién llegados olímpicos. Convence por completo a los pájaros, quienes urgen a los atenienses para que los lideren en su guerra contra los dioses usurpadores. El más listo de ellos entonces se presenta como Pistetero («Convincente») y su compañero como Evélpides («Ilusionado» o «Crédulo»). Se retiran al nido de Abubilla para rumiar una raíz mágica que hará que les crezcan las alas. Mientras tanto, Ruiseñor emerge de su escondrijo y se manifiesta como una figura femenina encantadora. Preside el Coro de Pájaros cuando se dirigen al público en una parábasis convencional:

Ciegos humanos, semejantes a la hoja ligera, impotentes criaturas, hechas de barro deleznable,
míseros mortales que, privados de alas, pasáis vuestra vida fugaz como vanas sombras, o ensueños mentirosos,
escuchad a las aves, seres inmortales y eternos, aéreos, exentos de la vejez y ocupados siempre en pensamientos perdurables[5]

El coro hace un breve relato de la genealogía de los dioses, pretendiendo que las aves son hijas de Eros y nietos de la Noche y Erebo, fundamentando así su pretensión a una divinidad anterior a los olímpicos. Cita algunos de los beneficios que el público obtiene de las aves (como las primeras advertencias de un cambio de estación) e invita al público a unirse a ellos puesto que las aves podrán fácilmente hacer cosas que los simples hombres temen hacer (como golpear a sus padres y cometer adulterio).

Pistetero y Evélpides surgen del nido de Abubilla riéndose de su poco convincente parecido con un ave. Después de una discusión, ponen nombre a la ciudad en el cielo, llamándola Nefelococigia (Νεφελοκοκκυγία), lo que literalmente significa «ciudad de las nubes y los cucos»; en otras traducciones la llaman Píopío de las Nubes,[2]​ y entonces Pistetero empieza a hacerse cargo de las cosas, ordenando a sus amigos que supervisen la construcción de las murallas de la ciudad mientras él organiza y lidera un servicio religioso en honor de los pájaros como los nuevos dioses. Durante este servicio, le molestan toda una serie de visitantes que no son bienvenidos, incluyendo un joven poeta que pretende que le contrate la ciudad como su poeta oficial, un intérprete de oráculos con profecías en venta, un famoso geómetra, Metón, ofreciendo una serie de planos urbanos, un inspector burócrata de Atenas con ojo para ganancias rápidas, y un vendedor de decretos intentando establecer una serie de leyes originalmente escritas para una ciudad remota y escasamente, llamada Olofixo. Pistetero expulsa a estos intrusos y entonces se retira dentro para acabar con el servicio religioso. Los pájaros del coro se adelantan para otra parábasis. Promulgan leyes prohibiendo crímenes contra los de su clase (cazarlos, enjaularlos, rellenarlos o comérselos) y acaban aconsejando a los jueces del festival que les den el primer premio, o se arriesgan a que defequen encima de ellos.

Pistetero regresa a escena momentos antes de que llegue un mensajero informando de la construcción de los nuevos muros: han acabado gracias a los esfuerzos colaborativos de numerosas especies de aves. Un segundo mensajero llega entonces con la noticia de que uno de los dioses olímpicos se ha colado a través de las defensas. Se organiza la caza, la diosa Iris es detectada y arrinconada y pronto es llevada por la guardia. Después de ser interrogada e insultada por Pistetero, se le permite volar hasta su padre, Zeus, para quejarse sobre la forma en la que le han tratado. Apenas se ha ido ella cuando aparece un tercer mensajero, declarando que los hombres en multitudes están acercándose para unirse a la nueva ciudad en el cielo. Otro conjunto de visitantes inoportunos llegan, tal como se había anunciado, cantando debido a la inspiración de la nueva ciudad. Uno es un joven parricida que está exultante ante la idea de que aquí por fin tendrá permiso para acabar con su padre. El famoso poeta Cinesias va a continuación, pronunciando versos incoherentes según la inspiración poética se adueña de él. El tercero es un sicofanta o delator encantado de la idea de demandar víctimas que no llegarán a tiempo a los juicios. Todos son rechazados por Pistetero. Llega entonces Prometeo, protegido por una sombrilla porque es enemigo de Zeus e intenta que no lo vea desde el cielo. Ha llegado para advertir a Pistetero que los olímpicos pasan hambre porque el humo de las ofrendas ya no les llega; que están desesperados por firmar un tratado de paz pero Pistetero no debe negociar con ellos hasta que Zeus le entregue su cetro y su novia, Soberanía —ella es el poder real en la casa de Zeus—. Una vez que logra su misión, Prometeo se marcha, justo momentos antes de que llegue una delegación de Zeus. Solo hay tres delegados: el hermano de Zeus, Posidón, el tontorrón Heracles y un dios todavía más tonto venerado por los bárbaros tribalios. Pistetero fácilmente se muestra más listo que Heracles, quien a su vez amedrenta al dios bárbaro para que le siga, de manera que Posidón es superado en votos dos a uno: la delegación acepta los términos de Pistetero. Es proclamado rey por un heraldo celestial y la encantadora Soberanía le entrega el cetro de Zeus. La festiva reunión se marcha al compás de una marcha nupcial: ¡Oh himen, oh himeneo!

Trasfondo histórico

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Cuando Las aves se representaron en el año 414 a. C., los atenienses aún eran optimistas sobre el futuro de la expedición a Sicilia,[6]​ que se había emprendido el año anterior bajo el mando conjunto de Alcibíades, quien la había promovido con entusiasmo, y el más experimentado general ateniense, Nicias, quien se había opuesto a la empresa. A pesar de este optimismo público, se estaba desarrollando una controversia en Atenas sobre la mutilación de los hermai, un acto de impío vandalismo que había lanzado sombras de duda sobre la expedición siciliana incluso antes de que la flota abandonase el puerto. El vandalismo dio como resultado una «caza de brujas» liderada por extremistas religiosos y apoyada por sacerdotes de los misterios eleusinos, lo que llevó a la persecución de pensadores racionalistas como Diágoras de Melos.[7]​ Se sospechaba que el propio Alcibíades se había implicado en actividades antirreligiosas y un barco estatal, la Salaminia, fue enviada a Sicilia para llevarlo de vuelta a Atenas para ser sometido a juicio. Sin embargo, logró escapar de quienes le custodiaban y se ofreció un talento de oro por las autoridades atenienses a cualquiera que pudiera acreditar haberle dado muerte.[8]​ Alcibíades ya había sido una figura controvertida en la política ateniense durante algunos años antes – se había combinado con Nicias para lograr el ostracismo del líder populista Hipérbolo. Hipérbolo fue un frecuente objeto de sátira en las obras de Aristófanes, un papel previamente interpretado por Cleon, que había muerto en 422.

Lugares y personas mencionados en Las aves

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Aristófanes escribía para el entretenimiento de sus conciudadanos y sus obras están llenas de referencias tópicas. La siguiente explicación de referencias tópicas en Las aves se basa en la obra de varios eruditos[9][10][11]​ (se omiten las referencias habituales a dioses convencionales):

Lugares

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Extranjeros

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Esciápodos (Skiapodes): un pueblo mítico, son mencionados en Las aves solo como los vecinos de un espeluznante Sócrates (línea 1553)

Poetas, artistas e intelectuales

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Generales y políticos atenienses

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Personalidades atenienses

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Figuras históricas, religiosas y míticas

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Discusión

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Se ha señalado que Las aves ha sufrido más que ninguna otra obra de Aristófanes del exceso de interpretación por parte de los estudiosos.[80]​ La alegoría política aparece destacadamente en las interpretaciones del siglo XIX: Píopío de las Nubes puede identificarse con la expedición siciliana como una empresa excesivamente ambiciosa, los atenienses podrían entonces identificarse con los pájaros, y sus enemigos con los dioses olímpicos. El siglo XX también ha recurrido a interpretaciones alegóricas —por ejemplo, Pistetero ha sido interpretado como una metáfora de Alcibíades.[81]​ Píopío de las Nubes ha sido entendida por algunos eruditos como una representación cómica de una polis ideal y ha sido entendida como un ejemplo admonitorio de una polis que va mal; según otro punto de vista, en cambio, la obra no es más que un entretenimiento escapista.[82]

La amistad entre Pistetero y Evélpides se representa de forma realista a pesar de lo irreal de su aventura. La clave de su amistad es la forma en que ambos se vacilan, con buen humor, y bromean con los puntos débiles del otro (p. e. en las líneas 54-5, 86–91, 336–42) y prueba de su amistad es la comodidad con la que trabajan juntos en situaciones difíciles, ampliamente debido al deseo de Evélpides de ceder la iniciativa y el liderazgo a Pistetero. La relación padre-hijo entre Filocleón y Tiracleón en Las avispas y la relación esposo-esposa entre Cinesias y Mirrina en Lisístrata son otros ejemplos de la habilidad de Aristófanes para representar a la humanidad de manera convincente en los argumentos más improbables que se puedan imaginar.

Toynbee, en su Estudio de Historia, señala que hay una relación entre Las aves y el Nuevo Testamento, señalando ejemplos significativos de correspondencia:

Cree que el Nuevo Testamento se vio influido por una tradición literaria que empezó con Aristófanes. Una gran diferencia es que Aristófanes presenta estas ideas como una fantasía cómica, mientras que el Nuevo Testamento las trata como una revelación totalmente en serio.[83]

Las aves y la comedia antigua

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Las aves se parece a las primeras obras de Aristófanes en aspectos claves de su estructura dramática. Tales parecidos son evidencia de un género de drama antiguo conocido como comedia antigua. Variaciones de estas «convenciones» son significativas puesto que demuestran que o bien son un camino aparte de la comedia antigua, una corrupción en el texto o que el autor pretendía un efecto dramático único. Variaciones en esta obra se encuentran en las siguientes convenciones:

Notas y referencias

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  1. Aristophanes:Lysistrata, The Acharnians, The Clouds Alan Sommerstein, Penguin Classics 1973, pág. 37
  2. a b Aristófanes: Comedias II Biblioteca Gredos, 2007
  3. Aristophanes: The Birds and Other Plays D.Barrett and A.Sommerstein, Penguin Classics 1978, page 149
  4. Greek Drama Peter Levi en 'The Oxford History of the Classical World' J. Boardman, J.Griffin y O.Murray (eds), Oxford University Press 1986, pág. 178
  5. Las aves, versos 685–688.
  6. Barrett, D.; Sommerstein, A., eds. (1978). Aristophanes: The Birds and Other Plays. Penguin Classics. p. 149. 
  7. Janko, Richard (2006). «Socrates the Freethinker». En Ahbel-Rappe, Sara; Kamtekar, Rachana, eds. A Companion to Socrates. Wiley-Blackwell. pp. 54-55. 
  8. The Peloponnesian War D. Kegan, Viking Penguin 2003, pág. 273
  9. Aristophanes:The Birds and Other Plays D.Barrett and A.Sommerstein, Penguin Classics 1978
  10. a b Hickie, William James, ed. (1853). Comedies of Aristophanes Vol. I. 
  11. Aristophanis Comoediae Tomus II F. W. Hall y W. M. Geldart, Oxford University Press 1907, Index Nominum
  12. Acarnienses línea 901
  13. Nubes 830; Aristophanes: Clouds K. Dover, Oxford University Press 1970, nota 830 pág. 145
  14. Caballeros 772; Ranas 129
  15. Pytho: Caballeros 220, 1229, 1273; Avispas 869; Tesmoforias 332, 333; Lisístrata 1131; Ranas 659; Pluto II 213; Delfos: Nubes 605; Avispas 159, 1446
  16. Acarnienses 697,698; Caballeros 781, 1334; Avispas 711; Tesmoforias 806; Ranas 1296
  17. Tucídides VI.7
  18. Avispas 411; Tesmoforias 121
  19. Alimunte: Ἁλιμοῦς; en nuestra época, Άλιμος,
  20. La paz 1253; Las nubes 1130; Tesmoforias 856, 878; Las ranas 1206, 1406; Pluto 178
  21. Caballeros 560
  22. Acarnienses 136, 138, 602; Avispas 288; La paz 283; Lisístrata 103
  23. The Odes of Pindar G. S. Conway, J. M. Dent y Sons LTD (Londres 1972), pág. 57 nota sobre Olympian IX
  24. Lisístrata 996
  25. Caballeros 478, 781; Avispas 12, 1097; La paz 108; Lisístrata 1253; Tesmoforias 337, 365
  26. Heródoto I.171
  27. Los caballeros 173; Las ranas 1302
  28. Las nubes 151; Las tesmoforias 734, 1175; Lisístrata 229, 1261; La asamblea de las mujeres 319
  29. La paz 171, 835; Las ranas 970; La asamblea de las mujeres 1139
  30. Acarnienses 704; Lisístrata 451; Tesmoforias 1001
  31. Nubes 600
  32. Acéstor Sacas: Ἀκέστωρ Σάκας.
  33. Las avispas 1221
  34. La paz 531, 695, 697; Las ranas 76, 79, 787, 1516
  35. La paz 802, 1009
  36. Las avispas 462; Las tesmoforias 168
  37. Avispas 566, 1259, 1401, 1446; Paz 129
  38. Las nubes 1056; La paz 1089, 1096; Las ranas 1034
  39. Las nubes 361
  40. Avispas 220, 269, 1490, 1524; Tesmoforias 164; Ranas 910, 1299
  41. frag. 123 Dindorf
  42. Agamenón 1111 y 526
  43. Acarnienses 16; Paz 951
  44. Paz 697
  45. Caballeros 1263, 1329; Nubes 597
  46. Alcestis línea 675
  47. Trojan Women 302
  48. Ranas 1491
  49. Hay un género de murciélagos llamado así: Chaerephon.
  50. Nubes 104, 144, 146, 156, 503, 831, 1465
  51. Avispas 1408, 1412
  52. Ranas 153, 1437; La asamblea de las mujeres 330
  53. Avispas 421
  54. Caballeros 358
  55. Las asambleístas 630, 736
  56. Aristophanes: Wasps D. MacDowell, Oxford University Press 1971, pág. 283 nota 1183
  57. Las avispas 1183; La paz 928; Lisístrata 63
  58. Avispas líneas 459, 1220, 1242
  59. Peace 395
  60. Lisístrata 490
  61. Las ranas 432; La asamblea de las mujeres 810
  62. Los acarnienses 88, 844; Los caballeros 958, 1294, 1372; Las nubes 353, 400, 673–5; Las avispas 19, 20, 822; La paz 446, 673, 675, 1295; Las Tesmoforias 605
  63. Los acarnienses 1166
  64. Los acarnienses 118; Los caballeros 1374; Las nubes 355; Las avispas 1187; Lisístrata 621, 1092; Tesmoforias 235, 634, 763, 929; Ranas 48, 57, 426
  65. Acarnienses 122; Caballeros 1374
  66. Las avispas 325
  67. Las ranas 1437
  68. Acarnienses 75; Lisístrata 481
  69. Lisístrata 155; Las tesmoforias 867, 901, 910
  70. Ranas 531, 582; Tesmoforias 991
  71. Nubes 192
  72. Acarnienses 991; La asamblea de las mujeres 957, 967
  73. Las avispas 9, 10; Lisístrata 388
  74. Bacis, Bakis o Baquis: Βάκις.
  75. Los caballeros 123, 1003 sq.; La paz 1070 sq., 1119
  76. Los caballeros 1085; Las avispas 380
  77. En torno al personaje de Timón se desarrolla la obra de William Shakespeare Timón de Atenas.
  78. Lisístrata 809, 812
  79. Las avispas 181, 351; La paz 395; Lisístrata 490
  80. MacDowell, D. (1995). Aristophanes and Athens: an introduction to the plays. Oxford University Press. pp. 221. 
  81. Vickers, M. (1989). «Alcibiades on Stage: Aristophanes' ‘Birds’». Historia 38 (3): 267-299. JSTOR 4436112. 
  82. MacDowell, D. (1995). Aristophanes and Athens: an introduction to the plays. Oxford University Press. pp. 221–227. 
  83. Se puede obtener más información al respecto en el Anexo 1 de V. C I (d) 11, pp. 346 – 364, Volumen VI del Estudio de Historia íntegro.

Enlaces externos

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