Pico Humboldt | ||
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El Pico Humboldt y el glaciar en 2013 | ||
Localización geográfica | ||
Continente | América | |
Región | Sierra Nevada | |
Cordillera | Andes | |
Coordenadas | 8°32′59″N 70°59′46″O / 8.5496611111111, -70.996141666667 | |
Localización administrativa | ||
País |
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División | Mérida | |
Características generales | ||
Altitud | 4942 m s.n.m. | |
Prominencia | 3987 | |
Aislamiento | 5,62 kilómetros | |
Montañismo | ||
1.ª ascensión | 18 de enero de 1911 (113 años), por Alfredo Jahn y Luis Hedderich.[n 1][1] | |
Ruta | Laguna El Suero | |
Mapa de localización | ||
Ubicación en Venezuela. | ||
El pico Humboldt es el segundo pico más alto de Venezuela, con unos 4942 metros sobre el nivel del mar.[2] Se encuentra ubicado en la Sierra Nevada de Mérida, en los Andes de Venezuela (estado Mérida). Tiene un nivel de precipitación anual de 950 mm.[3]
El pico Bonpland y los páramos circundantes están protegidos por el parque nacional Sierra Nevada.
La cumbre cuenta con el glaciar La Corona en el lado noroeste del pico Humboldt.[4][5] La masa glaciar era de 20 ha en 2012 y cuatro años después se calculó en 7,5 ha, en 2016.[6] A inicios de 2024 el glaciar cuenta con tan solo 3 ha. Se prevé que desaparezca en un plazo de cinco años, haciendo que Venezuela sea el primer país de la era moderna en perder todos sus glaciares.[7][8]
En 2017 se calculó que el glaciar La Corona alimenta con el 30 % de sus aguas de deshielo a las lagunas El Suero, Verde y La Coromoto.[9]
El glaciar La Corona, ubicado en la cumbre del lado noreste del Pico Humboldt en Venezuela enfrenta una situación crítica. Un grupo de científicos, montañistas y fotógrafos, asociados al proyecto "Donde Venezuela toca el cielo", proclamaron a través de redes sociales que este glaciar debería ser reconocido oficialmente como "muerto". Esta afirmación se basa en las directrices establecidas por el glaciólogo islandés Oddur Sigurdsson, quien sostiene que un glaciar se considera "muerto" cuando se vuelve demasiado delgado para moverse por su propio peso. Esta condición se confirmó en 2014, cuando Sigurdsson clasificó al glaciar islandés Okjokull bajo esta categoría.[10]
El grupo de "Donde Venezuela toca el cielo" señaló que, a pesar de que muchos continúan refiriéndose a la última cobertura de hielo sobre el Humboldt como un glaciar, en realidad, ha dejado de serlo hace años. El glaciar La Corona, actualmente, se encuentra en un "equilibrio negativo", lo que implica que se está derritiendo a un ritmo más acelerado del que puede acumular hielo, ya sea debido al calor o a la falta de precipitaciones en forma de nieve. Este proceso ha resultado en una amplia "área de ablación", donde la pérdida de hielo es más rápida que su capacidad de retención.[10]
De continuar esta tendencia, la masa de nieve del glaciar La Corona podría desaparecer completamente en un lapso de cinco años, principalmente debido al calentamiento global. Su deshielo contribuye a la alimentación de tres lagunas cercanas: El Suero, Verde y La Coromoto. La desaparición de este glaciar, de acuerdo con el proyecto, convertiría a Venezuela en el primer país americano en quedarse sin glaciares.[10]
La desaparición de este glaciar, que se suma a la pérdida de otros cuatro en la región andina venezolana, ha reducido la cobertura glaciar de aproximadamente 1.000 hectáreas hace un siglo a un mero remanente de hielo que representa el 0,4% de su extensión original. [11]Esta situación ha llevado al gobierno venezolano a proponer la implementación de mantas geotérmicas para proteger lo que queda del glaciar, una técnica utilizada en diversos países con el fin de mitigar el impacto de los rayos solares y preservar el hielo. Sin embargo, la efectividad de este método ha sido cuestionada por expertos, quienes argumentan que la pérdida del glaciar es irreversible y que el proyecto carece de un estudio de impacto ambiental adecuado.[11] Además, se ha expresado preocupación por el potencial impacto medioambiental de los microplásticos derivados de la degradación de estas mantas. A pesar de estas críticas, el plan procede con la intención de "salvar los glaciares de Mérida", según declaraciones del presidente Nicolás Maduro y el gobernador de Mérida, Jehyson Guzman.[11]La situación del glaciar también afecta el turismo de montaña y plantea interrogantes sobre la viabilidad de escaladas futuras en el pico Humboldt debido a la transformación del paisaje de hielo a roca.[11]
En el año 2000 un grupo de seis jóvenes pertenecientes al grupo de rescate Enrique Bourgoin, se encontraban realizando labores de entrenamiento ascendiendo la cara Noreste del Pico Humboldt, cuando fueron sorprendidos por una avalancha, dejando cinco muertes.[12]