Una visita pastoral es la visita que realiza un obispo a las parroquias y comunidades de su diócesis. En ella, el obispo tiene encuentros con el clero, los religiosos y los laicos para exhortarlos a tener una vida de fe y práctica cristiana, y examina y valora las estructuras e instrumentos destinados al servicio pastoral.[1]
Cada año el obispo debe visitar total o parcialmente a su diócesis, de modo que al menos cada cinco años visite la diócesis entera personalmente.[2]
Las personas, instituciones católicas, cosas y lugares sagrados que se encuentran dentro del ámbito de la diócesis.[3]
Según el Directorio para el Ministerio Pastoral de los Obispos,[4] el obispo que hace la visita pastoral debe tratar de realizar los siguientes actos, si las circunstancias se lo permiten: