Este artículo o sección tiene referencias, pero necesita más para complementar su verificabilidad. Busca fuentes: «No violencia»noticias · libros · académico · imágenesEste aviso fue puesto el 2 de octubre de 2022.
Manifestantes pacíficos durante la protesta frente al Congreso de los Diputados de España convocada el 25 de septiembre de 2012.

La no violencia (también es frecuente no-violencia, por influencia del inglés) habla tanto de una ideología como de una práctica ético-política que rechaza el uso de la violencia y la agresión, en cualquiera de sus formas. Se opone al uso de la violencia como un medio (método de protesta, práctica de lucha social, o como respuesta a la misma violencia) y como fin (por ejemplo, para lograr un cambio social o cambio político, porque considera que todo acto violento genera más violencia). Se trata de una opción alternativa que pretende "humanizar" la sociedad, apostando y valorando el poder de la vida e ignorar y prevenir los conflictos. Desde esta perspectiva, la obtención de los logros en la lucha social es posible porque considera que el poder de los gobernantes no es eterno ni indestructible sino que depende del consentimiento de la población. La acción no violenta busca disminuir ese poder, cuando considera que se ejerce injustamente, retirando el consentimiento.

Surgimiento

El concepto de la no violencia (ahimsā) surge en el Oriente, específicamente en la India, cuando nace la religión jainista, entre el siglo VI a. C. y el siglo IV a. C. Su creador fue Mahāvīra.[1]

Implicaciones

Precisamente, la no-violencia es una ideología que representa toda una propuesta en positivo para entender los conflictos y transformar la sociedad. Desde una perspectiva no violenta, los avances históricos de la Humanidad han sido posibles por su capacidad de evolucionar cooperativamente. Esta idea implica considerar que la violencia y la exclusión no son "intrínsecas al ser humano" sino tendencias promovidas por actores históricos con intereses determinados que ayudan a crear super estructuras como el complejo militar-industrial, que en un círculo vicioso empujan la misma violencia de la que se alimentan. En este sentido, el quid de la cuestión de la no violencia es la negativa a la organización para la violencia: contra la creencia convencional, no se pone el acento en la condena a la reacción personal violenta, sino en la preparación para la violencia.

El problema de la violencia política sería la organización para la violencia -la creación de ejércitos u organizaciones armadas que absorben tiempo y recursos humanos, cognitivos, reflexivos, políticos, científicos y materiales con consecuencias catastróficas- y también la preparación para su justificación y legitimación - la cultura de la guerra, el sexismo, el etnocentrismo, la competitividad destructiva, etc.-. Todo esto impide la realización de la persona humana o dificulta la satisfacción de sus necesidades fundamentales. Ante esto, la noviolencia plantea un proceso de toma de conciencia para reconocer cuáles son, y por qué, las víctimas que va dejando tras de sí todo sistema político, económico y social.

Mecanismos usados por la no violencia

Métodos no violentos

Manifestación no violenta contra la Guerra del Golfo frente a una base militar en Frankfurt-am-Main, 1991.
Madres de Plaza de Mayo piden conocer el destino de sus hijos desaparecidos en Argentina 2007.

La metodología de acción personal y social basada en la «noviolencia activa», promueve una actitud social y personal frente a la vida, que tiene como herramientas principales de acción conjunta y conducta personal y social:

Según esta metodología, la acción por la transformación social no se opone a la acción por la transformación personal. Por el contrario, se las entiende como íntimamente vinculadas proponiendo un accionar simultáneo por superar tanto la violencia social (externa) como la violencia personal (interna). En este sentido, se podrían citar como métodos noviolentos los siguientes:

La sociedad ofrece formación institucionalizada en métodos de coerción violenta; en cambio, no suele ofrecer formación en métodos de coerción noviolenta, para los cuales no es requerida una preparación mayor, pero si distinta a la habitual.

Véase también

Mahatma Gandhi, adalid de la lucha no violenta.

Bibliografía

https://www.dykinson.com/libros/noviolencia-o-barbarie-el-arte-de-no-dejarse-deshumanizar/9788491484493/

Referencias

  1. Pániker, A. (2001). El jainismo. Editorial: Kairós, p. 15.