Boeing C-17 Globemaster III estadounidense realizando un aterrizaje corto.

STOL (del inglés de Short Take-Off and Landing, «despegue y aterrizaje cortos»)[1]​ es el concepto usado en aviación para referirse a capacidades especiales de los aviones para realizar aterrizajes o despegues en distancias cortas, gracias al aprovechamiento directo de las leyes de la inercia.

Las capacidades para un despegue y aterrizaje cortos se caracterizan por un vuelo lento, el peso del aparato y la potencia disponible. Los aviones con mayor empuje por peso serán capaces de tomar tierra a velocidades más bajas, dejando menos inercia que disipar durante el aterrizaje. Cuanto más ligero es un avión, más fácil es frenarlo, y cuanto más potente es, más fácil será acelerarlo a su mínima velocidad de vuelo.

La generación de la sustentación es en función de la superficie alar (tanto ala como estabilizador horizontal) y de los dispositivos hipersustentadores. La mínima velocidad requerida para mantener el vuelo (velocidad de entrada en pérdida) depende del máximo ángulo de ataque del ala del aparato y la densidad del aire.

Si el único criterio es el aterrizaje corto o despegue corto, los objetivos a lograr son una alta eficiencia aerodinámica (sustentación/resistencia) y alta eficiencia propulsiva (empuje/peso).

Un STOLport es un aeropuerto construido para aviones con capacidades STOL que suele tener una sola pista de aterrizaje corta.

Lista de algunas aeronaves con capacidades STOL

Véase también

Referencias

  1. Jorge García de la Cuesta Terminología aeronáutica